By Bárbara Yuste

La falta de confianza y el escaso apoyo de los inversores son dos lastres que están entorpeciendo el desarrollo del `fintech´ en España. Aun así, las empresas del sector encaran el futuro con entusiasmo, aunque reclaman, durante un encuentro en bez.es, más ayuda de las instituciones y un marco regulatorio común.

La falta de conocimiento entre las empresas, especialmente entre las pymes, es una de las razones que está lastrando la consolidación del mercado fintech en España. Así lo han reconocido los consejeros delegados de las empresas más importantes del sector durante un encuentro celebrado en bez.es, en colaboración con Fintech Spain, donde se ha analizado la situación actual de este mercado, que se prevé que madure en unos tres años.

La mayoría de los CEO de estas empresas consideran que el principal reto que tienen para crecer es “generar más reputación”, que las pymes y los ciudadanos “sepan que existimos”, aseguran. Y es que, según afirman, “cuando nos acercamos a las empresas y nos conocen su reacción es positiva”.

Sin embargo, no es la única palanca que se precisa para que este sector tome impulso y se consolide. Una de las claves es la inversión. Si 2015 fue un año bastante bueno, se registró un incremento del 57% con respecto al ejercicio anterior según los datos de Startupxplore, el año pasado se produjo un importante parón a nivel internacional, que evidentemente afectó con virulencia al ecosistema español. En ello inciden precisamente los responsables de las fintech españolas. “Es importante que los fondos de capital riesgo se metan de verdad en este tipo de iniciativas empresariales, pues de momento las rondas de inversión son muy reducidas”, resalta Mireia Badía, CEO de Growly, una plataforma de financiación alternativa de crowdlending para empresas, quien añade que los inversores “tienen que apostar por este sector inyectando dinero”.

Otros dos desafíos que se deben afrontar están vinculados al funcionamiento y la operatividad de muchas de estas aplicaciones. Se trata de la experiencia de usuario y de la agilidad en el servicio. Dos aspectos que contribuirían, sin duda, a que los grupos de población más desconectados de esta revolución tecnológica en el ámbito financiero, se aproximaran al sector fintech con otros ojos y despojados de una visión errónea sobre estas plataformas digitales como sistemas complejos y farragosos. Y que, además, perdieran el temor a invertir en fondos de inversión que están fuera del circuito convencional.

Pero aún más importante sería que en España se promoviera un cambio en la educación financiera, que empezara en la etapa infantil y que permitiera, como apuntan, romper con la “alta dependencia bancaria por parte de los usuarios” y potenciar la adopción de estos nuevos productos financieros. Resulta bastante incomprensible, a juicio de los responsables de las fintech, que pese a los problemas en los que se han visto inmersas algunas entidades bancarias los españoles sigan depositando su confianza en ellas. Es en este capítulo donde, inciden una y otra vez, se hace imprescindible realizar una labor de pedagogía sobre los modelos fintech en la sociedad.

Apoyo institucional

Aunque en muchos foros sobre emprendimiento suele aludirse a la regulación como una de las trabas con más incidencia en el crecimiento de las empresas de base tecnológica en este país, los CEO de las empresas fintech estiman que “no basta con regular el sector”, sino es que es imprescindible que las instituciones públicas fomenten el uso de estas aplicaciones y plataformas tecnológicas, puesto que es la única forma de que la sociedad entienda sus ventajas y beneficios y las adopte sin ningún tipo de problema. “El Gobierno tiene que apoyar de forma decidida estas iniciativas”, resaltan. No obstante, todos ellos estiman que se precisa un entorno jurídico común que fije las reglas del juego para todos y que permita operar en igualdad de condiciones a todas las empresas.

El informe que recoge los resultados de la encuesta realizada tras el encuentro en bez.es pone también el foco en las medidas que es necesario adoptar para fortalecer el ecosistema en los próximos años. Alcanzar acuerdos entre las empresas del sector o servir de “marca blanca” tecnológica para entidades bancarias son dos de los drivers que pueden ayudar a desarrollar este mercado en España. Ya se han impulsado alianzas entre algunas fintech que vienen colaborando desde hace tiempo, e incluso se han logrado acuerdos de colaboración con la banca, siempre en aquellos casos en los que se ha percibido un claro “valor añadido recíproco”.

Y el sector bancario, ¿cómo reaccionará?

Sobre la reacción que se espera de la banca ante el auge de este sector en España, los CEO de las fintech se muestran convencidos de que la respuesta se centrará principalmente en combatir estos nuevos modelos financieros a través de la presión y el lobby. Bien es cierto que algunos señalan que ciertas entidades bancarias, que parecen abrazar con más entusiasmo iniciativas de este tipo en otros países, tratarán de estrechar lazos con las start-up fintech para no perder el tren de la innovación y las oportunidades que se están generando en un ámbito que enfrenta el futuro con enormes retos.