No hay certezas al 100% ni sentencias categóricas, pero mientras los mercados mundiales imploran con urgencia un veredicto de los ‘oráculos financieros’ sobre los próximos derroteros de la economía mundial, la incertidumbre internacional crece a ritmo galopante. ¿Qué escenarios se vislumbran en la crisis que viene? ¿Cómo será 2023, cuando todo hace presagiar malas perspectivas que estremecerán más a unos que a otros?

Las posibilidades de crecimiento para la economía estadounidense y la mundial se han derrumbado como un castillo de naipes este 2022. A ‘toro pasado’, los resultados de esta primera mitad de año están allí, a la vista, sobre una mesa que se tambalea en el temblor de los acontecimientos. Inflación, desaceleración, crisis… todo ha estado marcado por estas variables que sacuden al mundo.

Pero ahora, al posar la mirada en el horizonte, los primeros indicios de lo que vendrá parecen aún más sombríos que las etapas y fases atravesadas hasta el momento. Y aquí entran a tallar las “altas probabilidades” de fuertes tormentas que -como adustos pronosticadores del tiempo- recitan reconocidos ‘gurús’ de Wall Street y otros destacados exponentes de las mecas de las finanzas internacionales. A continuación, estos son los posibles cuatro escenarios que ellos han comenzado a esbozar para 2023:

  • Escenario 1: Recesión ‘oficial’ en 2023 (según pronostican el 70% de los economistas norteamericanos)

Más de dos tercios de los economistas de EE.UU. creen que es probable que se consolide una recesión ‘clásica’ en 2023. “Los esfuerzos de la Reserva Federal norteamericana para desacelerar la economía durante los últimos meses, a través de dos aumentos diferentes de las tasas de interés, aún no han tenido un efecto medible sobre la inflación. Con más expertos haciendo sonar la alarma sobre la inflación, y la Reserva Federal preparándose para una acción aún más agresiva, los economistas están cada vez más convencidos de que la economía se detendrá por completo y comenzará a contraerse pronto, con eclosión en 2023”, acaba de vaticinar Fortune.

En este contexto, 49 expertos en macroeconomía de EE.UU. participaron en una encuesta realizada el pasado mes por Financial Times y la Iniciativa sobre Mercados Globales, un centro de investigación de mercado y política económica de la reputada Universidad de Chicago. La consulta que debieron responder parece sencilla, pero casi todas las respuestas sonaron muy duras y coincidieron en la interpretación del diagnóstico: “¿Cómo prevé que será la situación económica en 2023?”

Casi el 70% de los economistas encuestados pronostica una recesión ‘oficial’ el próximo año. En ese pelotón, un 38% de ellos cree que comenzará durante los dos primeros trimestres del próximo año, y un 30% prevé que el ‘pistoletazo de salida’ hacia las sombras ocurra en la segunda mitad. Apenas un 30% integra la corriente relativamente más esperanzadora que predice que no se producirá una contracción económica antes de 2024.

Por otra parte, más de la mitad de los economistas que respondieron a esa encuesta predijeron que las preocupaciones geopolíticas que surgen por la guerra en Ucrania y los mayores costes de energía persistirán y continuarán ejerciendo presión sobre la inflación en EE.UU. para seguir subiendo a lo largo de todo el próximo año.

El trabajo resalta que otros factores, incluidas las continuas interrupciones en la cadena de suministro que están elevando los precios de (prácticamente) todo a nivel planetario, desde comestibles hasta automóviles, seguirán afectando la inflación de manera intensa el próximo año, según la encuesta.

¿Hay posibilidades de recesión ‘grave’ en 2023? La encuesta concluye que “el factor más importante que podría mitigar las posibilidades de este escenario podría ser el mercado inmobiliario de EE.UU., que ha estado al rojo vivo durante meses y probablemente seguirá así el próximo año”. Más de la mitad de los economistas encuestados dijeron que el mercado inmobiliario activo podría ser el que aleje a la economía estadounidense de una recesión severa. Esto coincide con los vaticinios de grandes compañías hipotecarias, como Fannie Mae, que ya han predicho que el mercado inmobiliario activo podría amortiguar el golpe durante una recesión en 2023.

  • Escenario 2: Estanflación como en la década de 1970 (según prevén el 68% de los líderes empresariales de grandes compañías)

Tras los presagios de los economistas, llega la visión aportada por 22 ejecutivos del más alto nivel de las principales corporaciones y organizaciones norteamericanas. En este caso, se trata de una encuesta realizada entre el 12 de mayo y el 6 de junio pasado por CNBC, que acaba de conocerse.

El ‘aperitivo’ de lo expresado por estos líderes empresariales ya había llegado con el pronóstico de crecimiento del rastreador GDPNow, de la Reserva Federal de Atlanta, que formuló una revisión negativa, para indicar que la economía podría encaminarse a una estanflación agudizada para 2023, similar a la ocurrida en la década del 70.

En este sentido, ni un solo director financiero (CFO) encuestado por CNBC cree que se podrá evitar una recesión en 2023. Más del 40% de ellos menciona la combinación entre recesión e inflación como el principal riesgo externo para su organización el próximo ejercicio (principalmente en el segundo trimestre). Asimismo, citan los vínculos entre la geopolítica y los precios de los alimentos y la energía, y la inflación, como grandes detonantes para impulsar esa tendencia. El 68% de ellos cree que ocurrirá una recesión durante la primera mitad de 2023. Ninguno pronostica una recesión más tarde de julio del próximo año, y nadie cree que los eventuales antídotos de la economía evitarán caer en una recesión.

No obstante, un poco más de la mitad (54%) de los consultados ha expresado cierta confianza en las intervenciones de la Reserva Federal para intentar capear el temporal (ya en marcha o previstas), pero eso no es suficiente para cambiar su visión de hacia dónde se dirigen las condiciones económicas actuales y las decisiones políticas en EE.UU: hacia una clarísima recesión. Su sentencia final es que la economía y los mercados empeorarán antes de mejorar.

  • Escenario 3: fuerte desaceleración, pero sin caer en recesión (según vaticinan los técnicos del FMI)

Los técnicos del Fondo Monetario Internacional (FMI) integran la corriente más moderadamente optimista respecto a la crisis económica mundial que viene. O, al menos, no son tan fatalistas como los demás… Han pronosticado lo siguiente: “Es probable que la economía de EE.UU. se desacelere en 2023, pero se evitará por muy poco la recesión a medida que la Reserva Federal implemente su plan de ajuste de tasas para frenar la inflación”, sostiene un informe del organismo que ha publicado Bloomberg recientemente.

“La prioridad política ahora debe ser desacelerar rápidamente el crecimiento de los salarios y los precios sin precipitar una recesión”, dijo el FMI en un comunicado hace escasos días. No obstante, ha advertido que “esta será una tarea complicada”, ya que es probable que persistan las restricciones de suministro global y la guerra en Ucrania cree “incertidumbres adicionales”.

La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, declaró en este sentido que “somos conscientes de que se está estrechando el camino para evitar una recesión en Estados Unidos. Pero también tenemos que reconocer la incertidumbre de la situación actual”.

En cualquier caso, el FMI ha abierto el paraguas. “Si finalmente hay una recesión, probablemente sería relativamente corta en 2023”, ha manifestado Nigel Chalk, subdirector del departamento del Hemisferio Occidental del organismo.

El organismo recuerda que la Reserva Federal ha girado abruptamente para combatir la inflación más alta en 40 años en el país. Pero no aclara que eso se ha producido en medio de críticas atronadoras de grupos de poder financieros, quienes se han quejado de que las autoridades monetarias norteamericanas impulsasen una estrategia demasiado relajada y durante demasiado tiempo mientras la economía asomaba la cabeza tras la pandemia.

Desde la invasión rusa a Ucrania en febrero pasado, los precios mundiales del petróleo han aumentado drásticamente, lo que ha exacerbado la inflación que había sido avivada por las interrupciones de la cadena de suministro relacionadas con la pandemia y, especialmente en EE. UU., con la respuesta fiscal a la COVID-19. En ese contexto, Georgieva no ha vacilado un instante en afirmar que el FMI ve la necesidad de una política que evite una mayor presión al alza sobre los precios del petróleo”.

En cualquier caso, los informes y las previsiones del FMI tienen un historial ‘dinámico’. Prueba de ello es lo que ocurrido en el último año y medio…

  • Escenario 4: Crecimiento en la zona euro, pero mucho más tenue de lo previsto (según creen los expertos del Banco Mundial)

La edición de junio pasado del Informe ‘Perspectivas económicas mundiales’ del BM prevé que el crecimiento mundial no decaiga del todo en 2023, pero crezca a un ritmo mucho más tenue el próximo ejercicio. En términos netos, el crecimiento mundial podría reducirse 0,5 puntos porcentuales en 2022 y 0,7 puntos porcentuales más en 2023, señala el trabajo.

“El crecimiento se desaceleraría bruscamente en las economías avanzadas, en particular en la zona Euro, mientras que las economías emergentes se enfrentarían a obstáculos notables por el aumento de los precios de la energía y una demanda externa más débil”, escribió hace escasas semanas Justin Damien Guénette, economista senior del Banco Mundial, en este artículo titulado “¿Qué tan aguda será la desaceleración global?”

Claro que su mirada también está impregnada de alertas amarillas y hasta rojas que pueden agravar el escenario: “La actividad económica en China se está recuperando de las profundas interrupciones causadas por los estrictos bloqueos en respuesta a los brotes a gran escala de COVID-19. Pero el país podría experimentar nuevas interrupciones pandémicas. Esta posibilidad de bloqueos pandémicos recurrentes en China se explora en un tercer escenario de riesgo para el crecimiento global. Los rebrotes a gran escala de la COVID-19 desencadenarían bloqueos intermitentes hasta 2023, lo que reduciría el crecimiento en China en 0,3 puntos porcentuales más en 2023”, ha indicado.

Los factores para tener en cuenta para que la tendencia se decante en una u otra dirección son “la intensificación de las tensiones geopolíticas, el aumento de la inestabilidad financiera y las continuas tensiones de suministro”, según Guénette. “Es posible que ya se estén concretando tres de estos. Si se materializan todos al mismo tiempo, podrían conducir a una desaceleración global mucho más aguda en 2023 de lo proyectado en su punto de partida”.

Las expectativas de un endurecimiento monetario más rápido en Estados Unidos, según el experto, podrían desencadenar en una profundización del estrés financiero en las economías emergentes a partir del tercer trimestre de este año. “En este escenario, la Reserva Federal no vería otra opción que elevar la tasa al 4 por ciento para el primer trimestre de 2023, provocando un endurecimiento más pronunciado de las condiciones financieras de los mercados emergentes”, ha considerado.

El experto ha publicado su mirada en el blog Future Development (Desarrollo Futuro) del Banco Mundial, que fue creado en 2013 por el organismo, y relanzado dos años después. El espacio ha sido concebido para que las más destacadas personalidades de instituciones y empresas internacionales aporten sus miradas e intenten ofrecer soluciones a los desafíos de desarrollo económico de mayor envergadura.

Si de desafíos precisamente se habla, 2023 supondrá uno de los más grandes que se recuerden en materia económica internacional. Todo parece indicar que la palabra ‘crisis’ acaparará las agendas de gobiernos, instituciones y medios de comunicación. En definitiva, el mundo asistirá expectante a la manera en que se irán sucediendo los acontecimientos, y a cuáles serán los impactos reales en la economía (y los bolsillos) de las sociedades. Mientras tanto, los ‘gurús’ económicos, técnicos afamados en finanzas, directivos financieros de multinacionales y expertos de organismos globales ya van calentando motores sobre lo que vendrá, como se ha intentado reflejar en este artículo.

 

Por Sebastián Fernández

Leave a reply

Please enter your comment!
Please enter your name here