La cuarentena obligatoria llevó a todas las personas a minimizar las interacciones sociales. De un día para el otro, los pagos digitales crecieron exponencialmente. Y, si bien el delivery reemplazó a la mayoría de las compras presenciales, todavía hay algunos rubros esenciales que requieren la interacción humana, aunque reducida a la mínima expresión.
Para ello, las tarjetas contactless, es decir, aquellas que permiten pagar sin contacto (como la SUBE, sólo acercando el plástico a la terminal) cobran relevancia.
Los principales jugadores del mercado argentino, Visa y Mastercard, lo saben y vienen apostando fuerte a la renovación de sus plásticos. American Express, en cambio, asegura a iProUP que todavía no tiene disponible esta tecnología en el país.
Las tarjetas contactless llegaron al mercado local en 2016, de la mano de Mastercard. Luego se sumaron los plásticos de Visa. Ambas marcas, junto con los bancos, desarrollaron en los últimos años una fuerte estrategia de descuentos y promociones para impulsar la tecnología sin contacto.
Entre los principales beneficios que ofrece esta modalidad, algunos son especialmente importantes en tiempos de pandemia:
– En primer lugar, el cliente no debe desprenderse nunca de su plástico, ya que lo acerca él mismo a la terminal para abonar
– Además, hasta cierto monto, no debe presentar documento ni firmar cupón de pago
– Finalmente, la compra es mucho más rápida y se eliminan fricciones al momento de pagar
Gabriela Renaudo, country manager de Argentina y Cono Sur de Visa, está orgullosa de la “emisión ejemplar” de este tipo de plásticos en la Argentina. “En la actualidad tenemos más de 20 millones de tarjetas contactless en el mercado, con planes claros de crecimiento sostenido en el tiempo”, acentúa.
En tanto, Agustín Beccar Varela, country manager de Mastercard para Argentina y Uruguay, dice a iProUP: “Hoy en día, el 95% de los emisores ya tienen en circulación tarjetas contactless“.
Descuentos para quedarse en casa
Una de las formas de incrementar el uso de un nuevo medio de pago es mediante bonificaciones y beneficios. En Mastercard siguen esta línea con descuentos aggiornados al momento que atraviesan los clientes.
“Recientemente nos aliamos con Cabify Envíos para ofrecer un descuento a nuestros clientes cuando decidan contratar el servicio de paquetería de Cabify, que permite hacer envíos de una persona a otra”, cuenta Beccar Varela.
“A esto sumamos un nuevo beneficio, que tendrá vigencia hasta el 28 de este mes, y que consiste en un 30% de descuento para los usuarios que decidan hacer compras a través de la web de Farmacity“, agrega el ejecutivo.
Al mismo tiempo, Mastercard lanzó una iniciativa junto con Mercado Libre para colaborar con la Cruz Roja: duplicará cada aporte que los clientes hagan a esa organización a través de una tarjeta Mastercard y Mercado Pago.
La ejecutiva añade que, en el caso de las compras de rubros esenciales, se incluyen “también recomendaciones sobre el uso correcto del contactless, en línea con la educación que debemos hacer para favorecer el utilización”.
La pandemia y el día después
El aislamiento movió los ejes de las estrategias de todas las empresas; Visa y Mastercard no son la excepción. “La situación actual del COVID-19 evidenció aún más algunos de los beneficios del contactless“, comenta Renaudo.
Beccar Varela coincide en la visión: “Una situación excepcional como esta genera que los hábitos de los consumidores cambien de manera mucho más rápida a la que estamos acostumbrados. Cada vez más comercios notan la importancia de tener la infraestructura necesaria para aceptar cobros contactless“.
El ejecutivo resalta que, a partir de la pandemia, en Argentina “se duplicó el límite de compra de $2.000 a $4.000 bajo esta modalidad,consiguiendo que los consumidores no tengan que entregar el DNI, ingresar el PIN ni firmar el cupón en compras hasta ese monto”.
Para Renaudo, la transformación en el mundo de los medios de pagos se acelerará a partir del aislamiento obligatorio. “Estoy convencida de que cuando en Argentina regresemos a la nueva normalidad, los consumidores serán más conscientes del beneficio que significa pagar sin contacto“, sostiene.
Según explica Renaudo, esto implica disponer de terminales que acepten la modalidad sin contacto, emitir tarjetas con esta tecnología y “proveer tokens EMV, que habiliten el pago desde las apps en un teléfono inteligente en los puntos de venta”.
Un estudio realizado por Mastercard en América Latina anticipa que esta modalidad llegó para quedarse. “Ocho de cada diez personas continuarán usando contactless incluso después de que termine la pandemia”, citando como ventajas la simplicidad, seguridad e higiene, al no tener que entregar el plástico al vendedor”, señala Beccar Varela.
Crecen los medios de pago
Según datos del Banco Central, a septiembre del año pasado, casi el 40% de la población adulta poseía una tarjeta de crédito.
Ese dato, contrastado con los 28 millones de plásticos con actividad que las empresas emisoras reportaron, resulta en que cada deudor tenía en promedio dos plásticos a su nombre.
“En 2019, los pagos electrónicos con tarjetas crecieron 12% en cantidad promedio de operaciones por adulto y consolidaron así varios años de crecimiento”, indica un informe del Central. Agrega que la de débito fue el medio electrónico más utilizado en 2019 y superó en un 7% a la de crédito.
Pese al mayor uso de los plásticos, muchos clientes y comerciantes no sabían usar tarjetas contactless, por lo que compañías emisoras realizaron acciones educativas para dar a conocer el producto.
“Trabajamos junto a nuestros emisores, comercios, adquirentes, fintech, Gobierno y organizaciones del sector, con foco en el desarrollo de credenciales de pago y soluciones que sigan mejorando la experiencia del consumidor y, en paralelo, con los comercios y adquirentes para expandir la aceptación“, afirma Renaudo, a la vez que reconoce que el uso de contactless crece mes a mes.
Desde Mastercard, Beccar Varela comparte algunos números: “Entre abril de 2019 e igual mes de 2020 el volumen de transacciones contactless creció 267% con nuestras tarjetas”.
“Otro dato interesante -añade- es que el 70% de las terminales están habilitadas para esta tecnología. Es decir, más de 400.000 comercios ya aceptan y usan esta modalidad en la Argentina”.
Las dos principales empresas adquirentes, Prisma y First Data, se encargan de imprimir los plásticos y proveer a los locales de las terminales, que se han ido renovando a medida que aparecieron las tarjetas sin contacto.
En ese sentido, desde Prisma informan que desde 2019 todos los dispositivos Lapos que entregan a los comercios aceptan contactless. En la actualidad, suman más de 200.000 los aparatos compatibles con este medio de cobro.
Además, Prisma ya produjo más de 15 millones de tarjetas de crédito y débito Visa sin contacto.
Ante un futuro que privilegiará el distanciamiento físico, la tecnología contactless tiene una oportunidad de oro en la Argentina, que luce atrasada en su adopción con respecto al resto del mundo. Al menos, dos de las tres principales marcas de tarjetas ya interpretaron el mundo post pandemia